martes, 29 de enero de 2008

VENDETTA!

LA VENGANZA...¿NUNCA ES BUENA?


Una mujer ejecutiva destinada a Paris temporalmente por negocios, recibe una carta de su novio desde Argentina.
La carta decía lo siguiente:

“Querida Florencia: Ya no puedo continuar con esta relación. La distancia que nos separa es demasiado grande. Tengo que admitir que te he sido infiel diez veces desde que te fuiste y creo que ni vos ni yo nos merecemos esto, lo siento. Por favor devolveme la foto que te envié. Con amor. Juan.”

La mujer, muy herida, le pidió a todas sus compañeras de trabajo que le regalaran fotos de sus novios, hermanos, amigos, tíos, primos, etc. Junto con la foto de Juan, incluyó todas esas otras fotos que había recolectado de sus amigas.
Había 57 fotos en el sobre y una nota que decía:

“Juan, perdóname, pero no puedo recordar quién carajo sos. Por favor, buscá tu foto en el paquete y devolveme el resto.”



LA MORALEJA ES: Aún derrotada...hay que SABER JODER AL ENEMIGO!


El dicho dice que MATA AL ALMA Y LA ENVENENA...pero, ¿por qué las mujeres disfrutamos de la venganza? ¿Será que nos satisface devolver lo que recibimos OJO POR OJO? ¿O, simplemente, nos sentimos más cerca de la victoria cuando le pagamos a alguien con la misma moneda?
Sin importarnos la molestia que pueda causar en el otro, es así, las mujeres somos más vengativas que los hombres y estamos casi convencidas de que hay quienes merecen estos castigos! Tras una ruptura, o en cualquier tipo de relación de amistad, noviazgo u otras, las mujeres suelen ser competidoras y son capaces de mucho con tal de sentirse un poco mejor...Los mejores ejemplos pueden verse entre mujeres, especialmente entre enemigas! ¿Qué mejor que engancharse al chico que le gusta a esa que un día te hizo cornuda con tu novio? ¿O, hacerle algo que sepas que le molesta a tu ex novio, ese que se burló de vos y te hizo quedar como una tonta con todo el mundo? Bueno...obviamente, hubiera sido mejor no llegar a ese punto, pero ante esta situación es muy difícil quedarse quieto.



Se recomienda medir los límites de la venganza! No buscarla: el momento del clásico “TOMÁÁÁ!” llega solo. Mucho peor es arrepentirse y perder algo valioso sólo por reconfortarse un momento. Después de todo las cosas pasan por algo y siempre es más seguro el camino de lo correcto, que no es precisamente la venganza. Pero si hay que admitir que a veces es TAAAN BUENA...

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