viernes, 18 de abril de 2008

Los gestos de una mujer



La mujer es un ser comunicativo. Cuando no nos estamos comunicando, estamos pensando en cómo hacerlo. El hombre, puede aprovechar esto a su favor, si presta atención a las señales que la mujer da con el cuerpo. Éstas señales son muy sutiles, pero si sos un buen observador, podes saber dónde atacar, cuándo parar y en qué momento cambiar de estrategia.



  • La mirada
El ojo está conectado directamente al cerebro a través del nervio óptico. Toda reacción mental produce una reacción ocular. Por lo tanto, una mujer que mira fijamente significa que tiene interés en su objetivo. Si a esta mirada se suman las pupilas dilatadas, y una sonrisita media picara, atenti! estamos ante una chica interesada en vos.



  • La cabeza con respecto al cuerpo
El movimiento de la cabeza es independiente del cuerpo. La cabeza puede estar orientada hacia un lado, como demostrando que no está prestándote atención, pero el cuerpo puede estar orientado hacia vos. Por ejemplo, una mujer que mira hacia un lado pero su cuerpo está enfocado hacia ti, te apunta con uno de sus pies, hay buena señal. El cuerpo es el que DIRIGE la atención. La cabeza puede acompañarlo o rechazarlo.

  • Las manos
Los movimientos de las muñecas son muy positivos, sobre todo si muestran las palmas de las manos boca arriba. Si una de sus manos toca o está próxima a sus pechos, si juega con sus collares o si mira la hora, si te toca levemente, todo demuestra la necesidad de ENSEÑARTE las manos. Inconscientemente te quiere hacer ver que no oculta nada agresivo en ellas y que quiere dejarse seducir.



  • La boca
Toda chica sabe que la boca es el elemento más sensual. A lo que hay que estar atentos es a si ella humedece sus labios con la lengua, si sonríe y muestra sus dientes, si se muerde los labios o si hace trompita, porque todos son signos de interés. Otro gesto importantísimo es si muerde sus dedos o juega con sus uñas porque esto representa un evidente signo de contención, de desear inmediatamente algo que todavía no tiene.

viernes, 11 de abril de 2008

¿Coquetear es ser infiel?

Por mucho que presumamos de una relación liberal, a nadie le gusta ver su chongo, huesito, barrilete o pareja estable coquetear descaradamente con otros. Hay que decirlo: desde la risa inicial de "mirá a fulanito hablando con esa chica" hacia la transformación de nuestra cara, a la conocida “cara de orto”, hay solo un paso!¿Y qué hacés? Intentás mantener cordura delante de los amigos pero la verdad es que no te hace ninguna gracia, y mucho menos cuando te vas dando cuenta que la persona con la que habla demuestra cierto interés por él. Maldita perra!!!¿Qué hacer? ¿Quedarte quieta hasta que se acuerde de que está con vos? O ¿Atacar a la susodicha, cual leona en celo?

En la palabra “coquetear” se encuentra la verdadera cuestión. ¿Qué significado tiene “coquetear” para nosotros? ¿Simplemente es una manera de gustar a los demás o implica algo cercano a la infidelidad?

Para algunas personas el coqueteo es un juego inevitable del ser humano, como animal social que es. Y es que el ser social tiene la necesidad de agradar a todos los que le rodean, más si son del sexo opuesto.

Para otras, el coquetear con otra persona, aunque sólo sea por el hecho de agradar, puede despertar una respuesta, y es aquí donde se presenta el peligro real de la infidelidad.
Por eso, coincidimos en que el coqueteo en sí mismo ya es una infidelidad, aunque no haya contacto físico de por medio, ya que se está solicitando una atención que no es precisamente de amistad.


Pero no todo en la vida es blanco y negro y por eso, un coqueteo no tiene por qué suponer una ruptura. Eso va a depender de los límites que se tengan marcados en la pareja. Cada uno sabe…Algunos determinan las zonas de peligro en el contacto físico. Mientras sólo haya palabras, todo vale. Pero OJO! Hay que tener en cuenta que, a veces, las palabras son más peligrosas que los hechos, y esto lo sabemos bien!Para que no haya ninguna confusión lo mejor es marcar las reglas de entrada en la pareja. Hay que reconocer que el hecho de coquetear puede resultar atractivo, e incluso positivo, ya que nos llega a subir nuestra autoestima, pero siempre y cuando no se haga daño a los demás.




jueves, 3 de abril de 2008

El baño



En la vida en general los hombres y mujeres tienen diferencias. Aún en las que no se ven públicamente, las características de los sexos opuestos existen. Hoy, vamos a explicar las diferencias del hombre y la mujer en una de las cuestiones más íntimas del ser humano: la intimidad del baño. (Recordemos, para que nadie se sienta ofendido, que hay excepciones a estas reglas)






El baño de la mujer:

- Te sacás la ropa y la colocas en la cesta de la ropa sucia.
- Caminas hacia el baño en bata. Si ves a tu novio en el camino, te tapas bien el cuerpo y salís corriendo hacia el baño.
- Te paras frente al espejo y detallas tu físico. Mirada fija a la panza, los flotadores y la fucking celulitis.
- Te pasás la crema demaquillante por la cara y después te la lavás con jabón por 10 min. hasta que la cara se ponga roja.
- Te metes en la bañera. Buscas la toallita para la cara, la toallita para los brazos, la de las piernas, la de la espalda y la piedra pómez.
- Te lavas el pelo con shampú para pelo lacio con 83 vitaminas y te cepillás el pelo con el peinecito que tenés adentro de la ducha.
- Te volves a lavar el pelo con shampú de 83 vitaminas.
- Te ponés acondicionador y, si tenés tiempo, sale baño de crema. Te lo dejás por 15 min.
- Te lavas el resto del cuerpo con un jaboncito exfoliante artesanal que te compraste con aroma a coco.
- Te afeitas las axilas y las piernas. Y pensás, bajé que no da afeitarme el cavado, me tengo que ir a depilar.
- Gritás ¿Quién está usando el aguaaaa?, con bronca, cuando alguien abrió la canilla y te sale fría.
- Apagás la ducha.
- Te escurrís todas las partes mojadas dentro de ella.
- Salís de la ducha y te secás con un toallón del tamaño de África.
- Te pones otra toalla más pequeña en la cabeza.
- Revisás todo tu cuerpo en busca de granos o pelos y los atacas con tus uñas o pinzas.
- Regresás a tu habitación con tu bata larga.
- Si ves a tu novio en el camino te tapás toda, salís corriendo para la habitación y te pasas una hora y media más de tu día vistiéndote.




El baño del hombre:

- Te sacás toda la ropa mientras estás sentado en la cama y la dejas tirada donde caiga.
- Te vas desnudo hasta el baño. Si ves a tu novia en el camino, le mostrás el pene y te colgás una remera, o le bailás adelante.
- Te parás frente al espejo para ver tu físico. Metes la panza. Te ves el tamaño del pene en el espejo y te rascas los testículos por última vez antes de bañarte.
- Te metes en la ducha.
- No te preocupás por buscar las toallas antes.
- Te lavás la cara con jabón.
- Te matás de risa por lo alto que suena un pedo dentro de la ducha.
- Te lavas tus partes privadas y alrededores.
- Te lavas el pelo con cualquier champú y si no hay no usás acondicionador.
- Si pinta, meás dentro de la ducha.
- Te sacás todo el shampú y el jabón y salís de inmediato de la ducha. No te das cuenta que todo el baño esta mojado porque dejaste la cortina por fuera de la ducha.
- Te secás a medias.
- Te ves otra vez en el espejo. Sacas los músculos y te miras el tamaño del pene de nuevo.
- Dejás la cortina abierta y la alfombra del baño mojada.
- Regresás a tu cuarto con una toalla en la cintura. Si ves a tu novia en el camino te quitas la toalla y le volvés a mostrar el pene.
- Tiras la toalla mojada en la cama y te vestís en 2 min.

martes, 1 de abril de 2008

NOVIAS MADRES

¿Amor, viste mis zapatillas?
- Están en el baño tiradas!

Gordita, ¿sabes dónde dejé las carpetas de la facu?
- Si, en el escritorio de tu mamá los vi.

Amor, ¿no me sacás turno para la dentista?
- Bueno, dale, pasame el número.




¿Cuántas veces hemos escuchado este tipo de frases? Las personas que pueden decir que escuchan esto casi todos los días están cometiendo un error. Pareciera como que están programadas para solucionar los problemas de la pareja, los despistes y descuidos, y está bien que quieran ayudarlo pero no es normal asumir esto como una responsabilidad.
Muchas veces esta ayuda se vuelve una imposición por parte de la otra persona; yo DEBO saber a cada momento qué es lo que él necesita y dárselo. Nos demanda soluciones como si fuese nuestro hermanito menor o peor: nuestro hijo que todavía no tenemos!!
Por supuesto que no olvidamos que vos, muy amablemente, querés darle lo mejor...entonces, ¿cómo evitar que esto se nos vuelva en contra y transformarnos en la mamá de nuestros novios?



Síndrome de Peter Pan


En 1983, el psicólogo Dan Kiley tomó el concepto de este personaje de Disney y llamo “hombres con síndrome de Peter Pan” a aquellos que no quieren crecer. Pero OJO, así como en la película, detrás de cada Peter hay siempre una Wendy, una mujer que actúa como madre de su pareja a pura conciencia.Habitualmente un hombre que posee el “síndrome de Peter Pan” se muestra caprichoso, dependiente e infantil, y actúa como si todavía viviera protegido por la sombra de su madre. Este eterno adolescente tiene la creencia de que el resto de los mortales está en el mundo para atenderlo, organizarle la vida, y solucionarles todo tipo de problemas, mientras ellos están en este mundo para “volar”.



¿Cómo reconocemos a un verdadero Peter Pan?

- Posee el deseo interno de ser cuidado, que sus demandas sean satisfechas, y da por sentado que los demás se encargarán de todo eso. Se sorprende y se enoja si no es así. Además sus necesidades están primeras que las de todos los demás.

- Sus necesidades básicas suelen ser cubiertas por otras persona. Y estas, aunque a veces sientan enojo por el abuso, no hacen nada para no provocar peleas.

- No se responsabiliza de sus emociones, siempre cree que el otro es el responsable.Por supuesto, no todo es culpa del hombre. Como dijimos antes siempre hay una Wendy dando vueltas cerca de un Peter Pan.



¿Quién es Wendy?


- Este tipo de mujer asume el papel de madre en la relación y cuidará de su pareja como si fuera su hijo o hermanito.

- Le gusta sentirse imprescindible.

-Justifica continuamente el comportamiento aniñado de su pareja ante los demás.

- Evita a toda costa que él se enoje y siempre está pidiendo perdón.

- Intenta continuamente hacerle la vida agradable.



MUCHACHAS! EL PAPEL DE WENDY APESTA! La mejor forma para que un hombre se recupere de este síndrome es permitir que enfrente la realidad y asuma las consecuencias de sus conductas. Por más duro que te parezca al principio, no te hagas cargo de sus responsabilidades. Ante sus continuas quejas, en vez de consolarlo, hay que dejar que tome iniciativas para cambiar la situación. Obviamente, eso no implica no darle apoyo. Preocúpate por su bienestar, pero no te desvivas por él.